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1. Recuerde una ocasión en la que propició un trabajo colaborativo y observó dificultades para que los estudiantes compartieran responsabilidades o construyeran conocimiento de manera conjunta. ¿Qué sucedió y cómo afectó el desarrollo de la actividad? En los equipos hasta ahora no he tenido conocimiento de dificultades mayores, pero recuerdo que cuando estudie la carrera un compañero no entregaba a tiempo su parte y atrasaba mucho las entregas, los integrantes tratábamos de compensarlo , teniendo empatía con el compañero
2. ¿Ha intentado implementar la coenseñanza con otro docente? Si fue así, describa alguna situación en la que surgieron obstáculos para coordinarse o integrar las perspectivas de ambos en la planificación y ejecución de la clase. Si hace muchos años cuando trabajé en una secundaria técnica, habíamos una profesora titular y en determinado momento una actuaba como auxiliar de la otra, y entre las dos justo coordinábamos las actividades no tuvimos problemas de planificación ni de ejecución.
3. Piense en una experiencia donde el uso de herramientas o recursos (digitales o físicos) destinados a apoyar la colaboración no generó el impacto esperado. ¿Cuáles cree que fueron las causas? No recuerdo alguna experiencia de ese tipo.
4. ¿Qué condiciones institucionales, logísticas o culturales han limitado en su contexto la puesta en práctica de la cognición distribuida o la coenseñanza? Pues mas que nada la situación económica de poder tener mas profesores en una misma aula. -
La enseñanza tradicional ha sido creada desde la revolución industrial, en donde se estableció la necesidad de “enseñar” a través de la memoria y la dominación. Desde entonces hasta ahora, muy poco se ha logrado para formar estudiantes verdaderamente críticos del contexto en el que viven, para responder a los retos que el medio donde se desenvuelven les impone.
Entender la educación fuera de un contexto donde te condicionan a sonidos (campana para el recreo o salida), eventos (actos cívicos) y muchas otras actividades determinadas por un sistema que impone características determinadas y que no motivan a lo crítico pero sí a la crítica.-
Estimado Carlos Raúl,
Lo que planteas sobre la enseñanza tradicional y su peso en la formación hizo que recordara lo que plantea Freire sobre la educación bancaria, como él la llama. También hiciste que me preguntara si, a pesar de esas estructuras heredadas a las que haces alusión, no han surgido espacios dentro de las propias instituciones donde se fomente la crítica y la creatividad, aunque sea de manera limitada. Creo que uno de los retos que tenemos como docentes es reconocer esas grietas y aprovecharlas para que los estudiantes ejerzan agencia y logren construir aprendizajes significativos.
¿Cómo podríamos, a partir de esa tensión entre lo impuesto y lo emergente, pensar en una propuesta que transforme la educación desde lo situado?-
Efectivamente, ese es el reto
Partiendo de la perspectiva de que cada vez hay menos esfuerzo para realizar las tareas diarias de la vida, mucho más las de la escuela.
Es importante darnos cuenta que la IA nos ayuda, pero también se puede convertir en un instrumento para hacer el menor esfuerzo.
Muchas ocasiones hemos encontrado trabajos realizados por la IA y donde ni siquiera se atrevieron a leer un poco de lo que estaban “exponiendo”-
Qué tal Carlos. En mi experiencia como docente también he vivido situaciones en las que los estudiantes copian y pegan la respuesta dada por una IA ante un problema, ejercicio o proyecto que estén realizando, lo que resulta absolutamente improductivo en el aprendizaje de los estudiantes. Sin embargo, también pienso que es imposible prohibir por completo el uso de esta herramienta. A lo mejor en nuestro curso, podríamos implementar estrategias y “candados” para evitar que la usen, pero estoy seguro que eso no limita el uso que hacen de la IA, en otras clases, en otros contextos y para otros propósitos, por lo que me pregunto, ¿qué pasaría si en lugar de verla solo como riesgo, la consideramos un recurso para potenciar la agencia estudiantil? considero que la clave no está en prohibirla, sino en enseñar a usarla de manera crítica, de modo que sirva para contrastar ideas, enriquecer argumentos y abrir nuevas perspectivas, el punto más importante, es cómo hacer que los estudiantes la usen así desde nuestro ejercicio docente.
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En biología, hay una asignatura a lo largo de la carrera donde los estudiantes desarrollan un proyecto de investigación a lo largo del semestre y en general los estudiantes colaboran en su realización, pero en otras asignaturas teórico-practicas, donde se desarrollan practicas de laboratorio y los alumnos trabajan en equipos, es común que se reparatn las actidvidades tanto en el trabajo de laboratorio como en la elaboración del reporte.
En las asignaturas practicas o teórico-practicas participamos dos profesores por grupo, las estrategias de trabajo se acuerdan en la academia de cada asignatura, lo que permite con cada pareja de profesores se organice armónicamente si bien no manejamos la teoría detrás de las comunidades de aprendizaje, intentamos trabajar de esa manera empíricamente. Los grupos son muy hetereogénicos y númerosos por lo que es comun que a algunos estudiamtes les cueste trabajo colaborar en equipo.
Considerar las habilidades de los alumnos para conformar los equipos y hacerlos reflexionar sobre su participación y contribución al trabajo dará mejores resultados.-
Hola Josefina,
Aprecio mucho tu experiencia porque evidencias que utilizar estrategias basadas en la colaboración, no sólo se trata de poner a trabajar en un proyecto en común a un grupo de estudiantes, porque suele ocurrir lo que mencionas, que se dividan las tareas sin realmente ponerse a interactuar. Desde mi punto de vista, cuando los equipos reparten tareas sin una construcción conjunta real, el aprendizaje colaborativo se diluye, ¿cuál es tu opinión al respecto?
¿Como docentes, cómo podríamos transformar esa fragmentación en una oportunidad para repensar el papel de la coenseñanza y del diseño de actividades hacia una experiencia más integrada?
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En mi docencia utilizo el Aprendizaje Basado en Proyectos y me ha resultado eficiente diseñar instrumentos y asignar roles para que el alumnado no haga una distribución desigual de sus actividades de aprendizaje. Utilizo aula invertida y me ha resultado bien para asegurar que cada quien lee, procesa su información y trae un recurso para aportar al trabajo en aula. Se aclaran dudas y no exponemos temas ya que el alumnado expone sus avances logrados. Ciertamente, la motivación a involucrarse es compleja si el estudiante no se involucra y tengo claro que no podrá el mismo empeño en todas sus asignaturas pero igual, trato de involucrarlos haciendo reflexiones a partir de sus vivencias familiares. Por ejemplo, en el planteamiento de un problema de investigación elaboramos mapas de incertidumbre, pequeñas encuestas con los problemas que viven en sus espacios cotidianos y luego valoramos los problemas que investigaremos. Al finalizar hacemos concursos de carteles y eso les resulta muy interesante.
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Estimada Graciela,
Gracias por compartir tu experiencia, me resulta muy enriquecedor conocer cómo otros colegas integran con creatividad estrategias educativas como el Aprendizaje Basado en Proyectos, el aula invertida y dinámicas creativas como los mapas de incertidumbre o los concursos de carteles. ¿has recibido retroalimentación de tus alumnos sobre tu forma de trabajo? me encantaría saber sus opiniones. También me pregunto si al estructurar roles e instrumentos tan definidos no has tenido problemas sobre limitar la espontaneidad y la negociación auténtica entre los estudiantes, que dede mi punto de vista forman parte esencial de las soft skills que ellos deben desarrollar.¿Cómo podríamos equilibrar entre la organización que asegura la participación y la apertura que permite a los equipos construir sus propios caminos de colaboración? este equilibrio entre estructura y libertad es un tema que he estado investigando.
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Considero que el trabajo en equipo es bueno, aunque siempre va a haber estudiantes que tengan un mejor desempeño que otros. En general los académico permitimos que ellos elijan con quién trabajar. Pero como se vio en la sesión 3 es importante que en los equipos haya estudiantes con diferente nivel académico. Además de realizar la coevaluación entre pares. Esto podría ayudar a motivar a los alumnos para que todos trabajen.
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Estimada Verónica,
Coincido contigo que permitir que los estudiantes elijan a sus compañeros puede ser una estrategia cómoda para el estudiante, ya que muchas veces preferimos trabajar con las personas que ya conocemos, con las que nos llevamos bien, con quienes sabemos tendremos éxito en la tarea. Sin embargo, en mis cursos cuando llegué a permitir esto, observé la presencia de desigualdades, quienes tienen mejor desempeño tienden a agruparse entre sí y los demás quedan rezagados, lo que limita la posibilidad de aprendizaje compartido y limita la ZDP.
¿Cómo podríamos encontrar el punto medio entre respetar la elección de los estudiantes y garantizar equipos heterogéneos que realmente potencien la cognición distribuida?-
Creo que el punto es separar a estos que tienen un mejor desempeño y darles un rol de jefes o líderes de equipo. Para distribuir el resto del grupo con estos alumnos podrían utilizarse varias estrategias, pero por ahora se me ocurre. Una vez nombrados los jefes de equipo, permitir que ellos elijan a otro alumno, al no estar disponibles ya los de alto rendimiento, lo más probable es que elijan a alguien de rendimiento medio. A su vez estos dos alumnos podrían negociar la elección de uno o dos compañeros más del resto del grupo. Considero que asignarles el rol de jefes de grupo puede ser una tarea motivante para estos alumnos, y al mismo tiempo les das la opción a que ellos estructuren sus equipos.
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En mi práctica docente en ciencias de la salud, suelo trabajar con grupos integrados por médicos, enfermeras, psicólogos y trabajadores sociales. Esto enriquece mucho las discusiones, pero también hace más evidente el reto de la cognición distribuida: cada profesión llega con marcos conceptuales, lenguajes técnicos y prioridades distintas. Cuando se proponen foros de discusión, es común que cada grupo considere “interesante” el punto de vista de otras disciplinas, pero es difícil llegar a un punto donde todos parezcan igualmente enriquecidos. En cuanto a la coenseñanza, la coordinación previa es clave, pues si no definimos claramente objetivos y tiempos, la sesión se sienta fragmentada o los estudiantes perciban mensajes contradictorios.
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Estimado Hugo,
Tu experiencia que compartes hizo que recordara un artículo que recientemente leí y habla sobre lo que tú has observado en la práctica: trabajar con equipos tan diversos enriquece las discusiones, pero también genera dificultades para establecer un marco conceptual para la comunicación interdisciplinar. Te comparto la referencia del paper por si quieres darle una revisada en algún momento.
Zheng, H., Li, W., & Wang, D. (2022). Expertise diversity of teams predicts originality and long-term impact in science and technology. arXiv preprint arXiv:2210.04422. https://doi.org/10.48550/arXiv.2210.04422 -
Coincido, con su punto de vista, en el laboratorio en general los alumnos se involucran en las actividades y podemos verificar que estén colaborando en conjunto, para fomentar el trabajo colaborativo en la elaboración del informe, les pedimos que expongan los resultados y su discusión en clase previo a la entrega del informe y nosotros seleccionamos al azar a uno o dos integrantes de cada equipo para hacer la presentación con la intención que todos los integrantes del equipo se involucren en el procesamiento, análisis e interpretación de resultados, en esa sesión buscamos aclarar dudas, integrar y reforzar la teoría y la practica.
Es muy enriquecedor leer la forma de trabajo de los compañeros. -
Estimado Jesús, muy relevante tu pregunta relativa a ¿Cómo podríamos equilibrar entre la organización que asegura la participación y la apertura que permite a los equipos construir sus propios caminos de colaboración?
He sistematizado opiniones del alumnado y considero que la opinión es muy favorable especialmente por la disposición para participar en los proyectos, pero el alumnado está ávido de metodologías más activas y considero que se logran buenos aprendizajes y competencias. El alumnado en general agradece evitar las aulas de sueño y lo que comentas da pauta a retomar la docencia y la investigación de la mano para la transformación de nuestras aulas.
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Estimada Graciela. Coincido contigo cuando mencionas que el alumnado busca metodologías más activas y valora cuando la docencia se aleja de las “clases que dan flojera”. En lo personal, creo que el equilibrio entre organización y apertura puede lograrse a través de estructuras flexibles, con un marco común que oriente la participación, con fases, objetivos claros y criterios de avance, pero dejando espacios donde los equipos puedan tomar decisiones, explorar alternativas y asumir responsabilidad sobre su propio proceso. Aunque desde mi experiencia, he experimentado que esta búsqueda de mayor dinamismo corre el riesgo de generar una presión constante por “innovar”, dejando en segundo plano la profundidad en el análisis de los contenidos, sabes a lo que me refiero?, es decir, ¿cómo podríamos mantener la vitalidad de las metodologías activas sin que ello implique sacrificar el rigor y la sistematicidad que también demanda la docencia?
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Verónica, yo lo he intentado integrar estudiantes de diversos niveles, formación y roles en la evaluación y me he sentido superada. ¿lo has trabajado? ¿qué me sugieres?
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Alba, yo lo trabajo colaborativamente pero asigno roles específicos a cada participante y los voy rotando, por ejemplo: hacer un esquema, llevar una bitácora, sistematizar las evidencias, etc., de esa manera todos aprenden varias formas de contribuir y también puede autoproponerse para el rol preferido.
Los superviso en clase y hago acompañamiento y retroalimentación en cada sesión. No les pido demasiadas lecturas pero en mi academia hemos elaborado materiales conjuntos para apoyar a nuestras didácticas y darle pauta a la colaboración, pensamiento crítico y evaluación. -
Estimado Jesús y Carlos, fíjense que coincido en potenciar la IAG y les comparto que tengo experiencias ricas para retroalimentación del alumnado. Es excelente para hacer el análisis crítico de sus trabajos finales y en el caso de fotovoz, le ha ayudado a mis estudiantes a analizar dimensiones socioafectivas que a veces perdemos de vista para el desarrollo de sus competencias.
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Profesora González
Como mencionó el Dr. Peralta es necesario encontrar un punto entre respetar la elección de los estudiantes y garantizar equipos heterogéneos que potencie la cognición distribuida; la distribución debe darse en acuerdo docente-estudiantes. En relación con la evaluación es necesario realizar la heteroevaluación, la autoevaluación y la coevaluación, a partir de criterios claros, si es posible por clase o actividad realizada. Una rúbrica puede ayudar a establecer criterios claros y evitar la subjetividad. -
1. Recuerde una ocasión en la que propició un trabajo colaborativo y observó dificultades para que los estudiantes compartieran responsabilidades o construyeran conocimiento de manera conjunta. ¿Qué sucedió y cómo afectó el desarrollo de la actividad?
Recuerdo un equipo que solo miraban su celular, no interactuaban entre si, y por tanto no tuvieron un trabajo reflexivo, y algunos se distraían y no colaboraban.
2. ¿Ha intentado implementar la co enseñanza con otro docente?
Aún no he podido convencer a una profesora de la importancia de la co evaluación, prefiere que los alumnos expongan en equipos de 10 y que no retroalimenta sus trabajos. Incluso no me permite a veces intervenir en la calificación de actividades que ella pone de manera sorpresiva, me parece que debe haber un objetivo claro y ella solo dice, “que no se acostumbren, que no se les olvide hacer tarea”…. Me parece tan…. Ni se como describir su actitud.
3. Piense en una experiencia donde el uso de herramientas o recursos (digitales o físicos) destinados a apoyar la colaboración no generó el impacto esperado. ¿Cuáles cree que fueron las causas?
Creo que aún no he tenido experiencia
4. ¿Qué condiciones institucionales, logísticas o culturales han limitado en su contexto la puesta en práctica de la cognición distribuida o la coenseñanza?
La cultura de enseñanza expositiva, competitiva, y las tareas sin finalidad educativa, que no tienen una retroalimentación positiva
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