Buenos días Profesora Andrea

Me parece muy importante su comentario. La enseñanza cíviva debe abordarse desde la educación básica, y aunque parezca un trabajo no fructifero o difícil (lo digo por el comentario que menciona sobre que los padres), es necesario para mejorar las condiciones actuales. Recuerdo que trabajos como el de Drier de Trayectorias de vida, muestran cómo lo que se aprende en un contexto se lleva a otros contextos, y también cómo nuestras experiencias en un contexto pueden atravesar nuestra trayectoria de vida. No dudo que sus alumnos en algún momento de su vida recurden estás experiencias aprendidas en su aula y que las apliquen a su vida, el que aprendan valores como la justicia, respeto, responsabilidad, entre otros, lleva a la formación de mejores ciudadanos. No soy profesora de educación básica, pero tengo entendido que la educación cívica ha desaparecido o se le dedica menor tiempo en algunos syllabus, lo cual me parece lamentable.

Al principio ese es el reto, formarlos y lograr la identificación de los contextos en los que hay mostrar respeto, responsabilidad, empatía, etc. Los pequeños en el etapa pre-escolar logran grandes avances, tendríamos que identificar en qué momento y/o etapa se van perdiendo, por llamarlo de alguna manera, donde se pierde esta civilidad. Tambíen el trabajo cognitivo para saber manejarlo.

Profesora Andrea, lo que menciona es de suma relevancia, lamentablemente hay casos en que los aprendizajes académicos chocan con las enseñanzas en la familia y es complicado. También sería interesante integrar todavía más a los padres en la formación educativa de sus hijos, no basta con juntas en donde se informe de los avances en calificaciones, sino considerar la pertinencia de talleres o actividades incluso de aspectos cívicos o emocionales, aunque bien los padres no siempre están disponibles debido a los horarios laborales, pero a lo mejor un curso autogestivo que les permita realizar actividades en el momento que sea oportuno.