Hablar de motivación es siempre un reto, porque lo ves desde la perspectiva del adulto que ya tiene otros intereses y un punto de vista diferente al de un alumno recién egresado de la preparatoria, quien encuentra el estudio como una obligación y no como un paso hacia la profesionalización integral de su persona.
Por otro lado, tener cursos con personas mayores te da otra perspectiva diferente, ya que muchos de ellos están sólo por un título que les dará mejoras económicas y no lo ven como parte de su formación integral.
Siempre será un reto saber transmitir esa motivación a tus alumnos desde una perspectiva de superación personal y no sólo económica, que si una lleva a la otra, no debemos perder de vista la primera para ser eternos aprendices.